En el mundo de la hotelería, la tecnología ha dejado de ser un accesorio para convertirse en el núcleo de nuestras operaciones diarias. Desde la gestión de reservas hasta la experiencia del cliente, pasando por la administración de los ingresos y el marketing digital, todo está impulsado por herramientas tecnológicas. Y aquí, hay una lección sorprendente que he aprendido: los adolescentes son nuestros mejores maestros en este campo.

En más de una ocasión, cuando surge un problema tecnológico en casa o en el trabajo, ¿a quién acudimos? A los más jóvenes. Ellos tienen una capacidad innata para navegar y dominar la tecnología, no porque tengan un conocimiento técnico superior, sino porque no le temen a lo desconocido. Ven la tecnología como un campo de juego, mientras que muchos de nosotros, como líderes en la hotelería, tendemos a abordarla con cautela, temiendo cometer errores.

Esta actitud de exploración sin miedo es exactamente lo que necesitamos adoptar como profesionales de la industria hotelera. En lugar de delegar cada problema tecnológico al equipo de IT o ignorar una nueva tendencia digital, necesitamos sumergirnos y entender, al menos a nivel superficial, cómo las tecnologías emergentes pueden transformar nuestro negocio. Si bien no necesitamos saber programar un software o crear una inteligencia artificial, es vital que comprendamos qué impacto y oportunidades nos ofrecen.

¿Qué podemos aprender de los “adolescentes tecnológicos”?

1. No tener miedo a experimentar.
Cuando un adolescente toma un nuevo teléfono o un gadget, rara vez consulta el manual. Simplemente lo explora. Y aunque pueden equivocarse o borrar accidentalmente algo importante, cada error es una oportunidad de aprendizaje. Como hoteleros, necesitamos adoptar esa misma mentalidad. No pasa nada si una nueva plataforma de gestión de reservas nos resulta confusa al principio. Lo importante es atreverse a explorarla y aprender sobre la marcha.

2. Mantente actualizado diariamente.
El mundo de la tecnología cambia a una velocidad vertiginosa. Pero esto no significa que debamos pasar horas al día tratando de ponernos al día con cada nueva tendencia. Basta con dedicar unos minutos al día para leer un artículo sobre tendencias tecnológicas, escuchar un podcast o, mejor aún, conversar con jóvenes que ya están utilizando estas herramientas. El Foro Económico Mundial indica que el 50% de los trabajadores necesitará recapacitarse en tecnología para 2025, y nosotros, como líderes en hotelería, no somos la excepción.

3. La tecnología es una herramienta, no un enemigo.
A menudo escucho a colegas que sienten que la tecnología viene a reemplazar los aspectos más personales de nuestra industria, pero eso no es cierto. La tecnología está aquí para empoderarnos, para ayudarnos a brindar una mejor experiencia al cliente. Ya sea una plataforma de inteligencia artificial que personalice las recomendaciones para los huéspedes, o un sistema de gestión de ingresos que optimice las tarifas, las herramientas tecnológicas nos permiten concentrarnos en lo que mejor sabemos hacer: crear experiencias memorables.

Adoptar el enfoque tecnológico en la hotelería

Hoy, más que nunca, cada empresa es una empresa tecnológica. Esto significa que, en nuestro rol de hoteleros, no podemos ignorar la tecnología o relegarla a un departamento específico. Aquí es donde la mentalidad del “adolescente tecnológico” cobra aún más importancia.

4. Investigar cómo las nuevas tecnologías pueden mejorar el negocio.
Las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas (IoT) y la automatización están transformando nuestra industria. Un estudio de McKinsey revela que el 70% de las empresas que adoptan la IA a gran escala reportan un impacto significativo en su rentabilidad. Para los hoteles, esto podría significar implementar sistemas que personalicen la experiencia del huésped de manera más precisa o automatizar procesos internos para mejorar la eficiencia operativa.

5. Tomar decisiones informadas.
Los adolescentes no solo se lanzan a explorar la tecnología, sino que, después de hacerlo, toman decisiones informadas sobre qué herramienta o plataforma les resulta más útil. Como hoteleros, debemos adoptar el mismo enfoque. No se trata solo de experimentar, sino de analizar qué tecnologías realmente aportan valor a nuestro negocio, optimizan nuestras operaciones o mejoran la experiencia del cliente.

6. La formación constante es clave.
Así como los jóvenes están constantemente absorbiendo nuevas habilidades tecnológicas, nosotros también debemos estar en constante formación. No necesitamos ser expertos en cada nueva aplicación o software, pero es crucial entender los conceptos básicos y estar al tanto de las tendencias que están moldeando la industria. Según PwC, el 77% de los ejecutivos consideran que la falta de habilidades digitales es uno de los principales obstáculos para la transformación digital.

En el fondo, adoptar el enfoque de un “adolescente tecnológico” es más una cuestión de actitud que de habilidad. Como hoteleros, estamos acostumbrados a ser expertos en hospitalidad, pero el futuro exige que también seamos curiosos y proactivos cuando se trata de tecnología. Como dijo un colega una vez: “El éxito en la hotelería ya no se mide solo por la calidad de la experiencia que ofreces, sino por la capacidad de adaptarte a las herramientas que la hacen posible”.

No tengas miedo de equivocarte. Atrévete a explorar, a preguntar y, sobre todo, a aprender. Si hay algo que los adolescentes nos enseñan es que el miedo a lo desconocido es lo que realmente nos frena.

En lugar de verlo como un desafío, adoptemos la tecnología como una herramienta para mejorar nuestro negocio y nuestras vidas.