Me sumerjo en un desafío central pero a menudo descuidado en nuestra amada industria hotelera: la construcción de una cultura organizacional sólida y comprometida.
Mientras Peter Drucker afirmaba que “la cultura se come a la estrategia en el desayuno”, la conexión práctica entre la cultura y el compromiso de los empleados en la hotelería sigue siendo un terreno desafiante.
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La diversidad de personal, la alta rotación y la naturaleza exigente del trabajo hotelero dificultan la creación de una cultura sólida y comprometida. Sin embargo, es fundamental para las empresas hoteleras invertir en la construcción de una cultura organizacional fuerte, ya que esto no solo mejorará la satisfacción y el compromiso de los empleados, sino que también tendrá un impacto positivo en la experiencia del cliente y, en última instancia, en el éxito del negocio.
El Dilema Cultural en la Hotelería
En promedio, el compromiso de los empleados en las empresas ha rondado el 30 por ciento durante los últimos 60 años, una cifra desconcertante a pesar de la creciente retórica sobre la importancia de la cultura empresarial. El 70 por ciento de los “programas de cambio” corporativos no logran alcanzar sus objetivos declarados. Aquí nos enfrentamos a un dilema cultural: ¿cómo construir una cultura sólida y comprometida en un sector donde el trabajo remoto no es una opción viable?
A medida que la industria hotelera evoluciona, se hace cada vez más claro que la construcción de una cultura hotelera significativa es esencial para la prosperidad a largo plazo. En lugar de simplemente abordar el problema superficialmente, es crucial analizar las raíces del dilema cultural en la hotelería. La naturaleza intensiva en servicio de la industria hotelera, donde la interacción humana es la piedra angular, presenta desafíos únicos para fomentar la conexión y el compromiso entre los empleados.
Una estrategia efectiva para superar este dilema implica la creación de un entorno laboral en el que cada miembro del equipo se sienta valorado y parte integral de la visión hotelera. Al igual que un huésped se siente bienvenido y apreciado durante su estancia, los empleados deben experimentar un sentido de pertenencia y reconocimiento constante. Este enfoque no solo fortalece la moral, sino que también contribuye a la creación de experiencias excepcionales para los huéspedes.
Para cultivar una cultura hotelera arraigada, es esencial invertir en programas de capacitación y desarrollo que no solo mejoren las habilidades técnicas, sino que también fomenten el crecimiento personal y profesional de los empleados. La creación de oportunidades para el reconocimiento y la apreciación regular, tanto a nivel individual como colectivo, nutre un ambiente donde la dedicación y el compromiso prosperan naturalmente.
Además, la introducción de valores compartidos y una misión clara contribuyen a la cohesión del equipo, creando una dirección común hacia la excelencia. Al establecer un marco ético y cultural sólido, los hoteles pueden inspirar a sus empleados a superar los desafíos inherentes a la industria y a mantenerse comprometidos incluso en situaciones desafiantes.
La Alternativa Antropológica: Experiencia del Empleado (EX) en la Hotelería
La antropología, con sus más de 150 años de estudio de culturas en todo el mundo, ofrece una perspectiva única para abordar este dilema. La clave radica en centrarse en la Experiencia del Empleado (EX), adaptando esta disciplina para el contexto hotelero. Las encuestas convencionales proporcionan una visión superficial, pero la antropología nos enseña que para comprender verdaderamente una cultura, debemos sumergirnos en las experiencias cotidianas de las personas.
Al adoptar esta perspectiva antropológica en la gestión hotelera, se busca no solo satisfacer las necesidades básicas de los huéspedes, sino también comprender sus expectativas, deseos y emociones a un nivel más profundo. Igualmente, se pretende brindar a los empleados un entorno laboral enriquecedor, donde sus experiencias diarias se traduzcan en un servicio excepcional y genuino.
La interacción cultural en el entorno hotelero se convierte en una danza sutil entre huéspedes y empleados, donde cada gesto y experiencia contribuyen a la narrativa única de la estancia. Desde la selección del personal hasta el diseño de espacios comunes, la antropología nos invita a examinar cómo cada elemento contribuye a la construcción de una experiencia hotelera auténtica y significativa.
Al incorporar la perspectiva antropológica en la gestión hotelera, no solo estamos construyendo una cultura hotelera con significado, sino que también estamos mejorando la Experiencia del Huésped y del Empleado, elevando así la calidad del servicio y la reputación del hotel en un mercado cada vez más competitivo.
¿Por qué? Propósito y Significado
En la hotelería, la cultura comienza con una historia convincente. ¿Resuena la narrativa de nuestro hotel con un propósito y significado que inspiren a nuestro equipo? Más allá de las encuestas, descubramos qué historias motivan a nuestros colaboradores en su día a día.
¿Cómo podemos asegurarnos de que la narrativa de nuestro hotel esté imbuida de un propósito y significado que inspiren a nuestro equipo y, por ende, a nuestros huéspedes? En lugar de depender únicamente de las métricas tradicionales, exploremos las historias que impulsan y motivan a nuestros colaboradores en su desempeño diario.
Descubriendo la Esencia de Nuestra Historia Hotelera: Cada hotel tiene una historia única que merece ser contada de una manera que conecte con la emociones y aspiraciones de quienes forman parte de nuestro equipo. ¿Cuál es el propósito que nos impulsa? ¿Qué significado queremos que nuestros empleados encuentren en su trabajo diario? Al ahondar en estas preguntas, no solo construimos una cultura más sólida, sino que también elevamos la experiencia para nuestros huéspedes, ya que se sumergen en una narrativa que va más allá de las comodidades y servicios habituales.
Incorporando Propósito en la Rutina Diaria del Hotel: La construcción de una cultura hotelera significativa implica incorporar el propósito en la rutina diaria. Desde los roles más visibles hasta los bastidores que mantienen el funcionamiento del hotel, cada empleado contribuye a la experiencia global del huésped. Motivar a nuestro equipo mediante historias que destaquen la importancia de su contribución individual crea un ambiente en el que cada tarea se convierte en una oportunidad para hacer una diferencia significativa.
Fomentando la Conexión Emocional con los Colaboradores: Comprender las historias personales y motivaciones de nuestro equipo no solo construye una cultura sólida, sino que también fomenta una conexión emocional más profunda. Al conocer las aspiraciones individuales y alinearlas con el propósito general del hotel, creamos un entorno donde cada miembro del equipo se siente valorado y comprendido. Esta conexión emocional se refleja directamente en la calidad del servicio ofrecido a nuestros huéspedes, convirtiendo cada estadía en una experiencia única y memorable.
Medición del Impacto: Más Allá de las Encuestas Tradicionales: La efectividad de nuestra cultura hotelera no se mide solo a través de encuestas convencionales. Explorar indicadores más holísticos, como la satisfacción y el compromiso del equipo, así como la repetición de clientes, nos proporciona una visión más completa del impacto de nuestra cultura en la experiencia general del huésped. Al centrarnos en construir una cultura hotelera con propósito y significado, no solo mejoramos la moral del equipo, sino que también elevamos la reputación y la atracción de nuestro hotel en el mercado.
¿Qué? Aprendizaje y Crecimiento
En un entorno hotelero, fomentemos el aprendizaje y el crecimiento, permitiendo que nuestro equipo utilice todas sus capacidades intelectuales. ¿Estamos desafiándolos lo suficiente para que expandan sus habilidades y contribuyan plenamente al éxito del hotel?
Establezcamos programas de formación y capacitación que no solo fortalezcan las habilidades técnicas, sino también fomenten la comprensión profunda de la hospitalidad y la satisfacción del cliente. Al invertir en el crecimiento de nuestro equipo, no solo elevamos la calidad de nuestro servicio, sino que también creamos un entorno donde cada miembro se sienta valorado y motivado.
Una cultura hotelera con significado se basa en el compromiso constante con el desarrollo y crecimiento de nuestro equipo. Al hacerlo, no solo creamos profesionales más competentes, sino que también construimos una marca de hospitalidad que destaca por su excelencia y su capacidad para adaptarse a las cambiantes demandas del mercado.
¿Cómo? Autonomía y Flexibilidad
La hotelería requiere una eficaz autoorganización. ¿Estamos fomentando la autonomía y la flexibilidad para que nuestro equipo pueda desempeñarse de la mejor manera posible? Deleguemos responsabilidades y permitamos la toma de decisiones a nivel individual y de equipo.
¿Estamos nutriendo un ambiente que fomente la autonomía y la flexibilidad, capacitando a nuestro equipo para desempeñarse en su máxima expresión? La delegación de responsabilidades y la autorización para la toma de decisiones, tanto a nivel individual como de equipo, son elementos cruciales para el éxito en el servicio al cliente.
Permitir que nuestro personal tenga la autonomía para tomar decisiones informadas no solo empodera a cada miembro, sino que también mejora la capacidad de respuesta y la adaptabilidad a situaciones cambiantes. En un entorno hotelero dinámico, la flexibilidad es la llave que desbloquea la capacidad de ofrecer soluciones personalizadas y excepcionales a las necesidades específicas de nuestros huéspedes.
Al fomentar la autonomía, creamos un ambiente donde cada empleado se siente valorado y reconocido por sus contribuciones individuales. La toma de decisiones descentralizada no solo acelera los procesos, sino que también nutre un sentido de responsabilidad y compromiso, elementos esenciales para construir una cultura hotelera arraigada en la excelencia y la satisfacción del cliente.
¿Quién? Confianza en el Liderazgo
La confianza en el liderazgo es esencial. ¿Nuestros líderes confían en el equipo para asumir riesgos y ser auténticos en su trabajo? ¿Fomentamos un entorno donde nuestros empleados pueden ser ellos mismos?
En el contexto hotelero, la confianza en el liderazgo no solo implica la delegación de responsabilidades, sino también la creación de un espacio donde cada miembro del equipo se sienta valorado y empoderado. En un hotel con una cultura basada en la confianza, los líderes no solo confían en las habilidades individuales de sus empleados, sino que también alientan la toma de decisiones autónoma y el florecimiento de la autenticidad.
Fomentar un entorno donde los empleados puedan ser auténticos es crucial para construir una cultura hotelera única y significativa. Cuando cada miembro del equipo se siente libre para expresar su personalidad y contribuir con sus habilidades únicas, se crea un ambiente acogedor y auténtico que se refleja en la experiencia que brindamos a nuestros huéspedes.
En la hospitalidad, la autenticidad y la confianza son la clave para establecer conexiones genuinas con los clientes. Los líderes hoteleros que confían en sus equipos para ser auténticos no solo fortalecen la moral interna, sino que también construyen relaciones más sólidas con los huéspedes, proporcionando una experiencia memorable y significativa que va más allá de simples transacciones.
¿Dónde? Comunidad y Autonomía
En la hotelería, el entorno físico y digital juega un papel crucial. ¿Logramos un equilibrio efectivo entre la necesidad de comunidad y autonomía en nuestras instalaciones físicas o digitales?
¿Ofrecemos a nuestros empleados las herramientas necesarias para desempeñarse de manera eficiente? Desde sistemas de gestión de reservas hasta plataformas de comunicación interna, la libertad digital es esencial.
Permitir a nuestro personal la autonomía en el uso de herramientas digitales no solo agiliza los procesos internos, sino que también contribuye a un ambiente de trabajo más eficiente y conectado. Brindar capacitación continua y apoyo tecnológico puede mejorar la confianza y la competencia de nuestro equipo, lo que se traduce en un servicio al cliente excepcional.
En resumen, al construir una experiencia hotelera significativa para nuestro personal, debemos considerar la ubicación física vibrante y la autonomía digital. Estos elementos no solo mejoran la calidad de vida laboral de nuestros empleados, sino que también tienen un impacto positivo en la experiencia global que ofrecemos a nuestros huéspedes.
Conclusión: Más Allá de las Encuestas, hacia Historias Significativas
Es claro que en la hotelería, donde el trabajo remoto no es una opción viable, debemos adoptar un enfoque antropológico, centrado en la experiencia del empleado, para construir una cultura vibrante. Dejemos de depender de encuestas impersonales y números abstractos. Adentrémonos en las historias diarias de nuestros equipos y creemos un entorno donde la cultura no sea una ambición lejana, sino una realidad viva y palpitante.
Como siempre digo, “La cultura no se encuentra en los informes, sino en las historias diarias que escriben nuestros equipos”.