La gestión hotelera es una tarea compleja y desafiante que requiere de una amplia variedad de habilidades y conocimientos. Es fácil perder la perspectiva en el día a día y enfocarse solo en lo urgente, olvidando lo importante a largo plazo. Además, la gestión hotelera requiere de múltiples disciplinas, como el marketing, las finanzas, el personal y las operaciones diarias, entre otras, mientras uno siente la presión por seguir vendiendo.
Es importante reconocer que ningún director o propietario de hotel puede dominar todas estas disciplinas por sí solo. Es necesario aceptar que, a veces, se necesita ayuda para lograr los objetivos del hotel. Una de las claves para tener éxito en la gestión hotelera es reconocer nuestras carencias y debilidades y buscar ayuda para superarlas, al igual que hacemos con nuestro negocio.
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El ego es uno de los mayores obstáculos para la mejora continua en la gestión hotelera. Muchos directores y propietarios de hoteles se sienten obligados a demostrar, a su equipo y de puertas afuera, que son los mejores en todo momento, incluso cuando no tienen experiencia en una determinada área. En lugar de admitir sus limitaciones y pedir ayuda, intentan resolver los problemas por sí mismos, lo que puede llevar a decisiones equivocadas y fracasos.
Puedo decir que valoro enormemente cuando alguien tiene la humildad y la honestidad de reconocer que necesita ayuda en determinados aspectos de su negocio. Esto demuestra una gran capacidad de liderazgo y una actitud proactiva para mejorar y avanzar. No hay nada de malo en pedir ayuda y, de hecho, es una señal de madurez empresarial.
Reconocer nuestras limitaciones y pedir ayuda para superarlas es clave para lograr el éxito en la gestión de un hotel. Al aceptarlas y trabajar en conjunto con un equipo fuerte, podemos alcanzar los objetivos de un hotel de manera efectiva y sostenible.