Nuevas realidades, nuevos clientes. La tecnologĆa estĆ” reconfigurando no sĆ³lo nuestros comportamientos, sino tambiĆ©n nuestra manera de pensar, nuestras estructuras mentales. ĀæPero hemos cambiado nuestra forma de pensar por la tecnologĆa o hemos tomado determinados caminos tecnolĆ³gicos a partir de nuevas formas de pensamiento?
Sea como fuere, lo que parece claro es que algo ha cambiado en la sociedad.
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Hay mĆ”s inmediatez, mĆ”s prisas y mĆ”s informaciĆ³n. Los comportamientos cambian, sobre todo los de determinados grupos poblacionales. Se habla de millennials, nativos y de inmigrantes digitales y se establecen una serie de lĆmites o separaciones entre ellos, a veces infranqueables. Nuevas formas de incomunicaciĆ³n.
En realidad estamos hablando de grupos porosos, no ajenos unos a otros, y que posiblemente tengan la clave de la diferencia en el aprendizaje (quĆ© aprenden y cĆ³mo lo aprenden). La asunciĆ³n total de la tecnologĆa y de las herramientas que permite usar (redes sociales, mĆ³vilesā¦) es cierto que permiten una nueva representaciĆ³n del mundo, con todo lo que ello lleva consigo.
A partir de ahĆ parece necesario hablar de una nueva segmentaciĆ³n basada en la tecnologĆa, sus hĆ”bitos de consumo y sus usos. No parece que espere lo mismo de su experiencia turĆstica un nativo digital que una persona ajena totalmenteĀ a la tecnologĆa. No esperarĆ” lo mismo, ni pedirĆ” lo mismo, ni necesitarĆ” lo mismo. La satisfacciĆ³n de la experiencia turĆstica va a depender de distintos elementos y de distintos valores segĆŗn el segmento, y el segmento de los nativos digitales tiene unas caracterĆsticas muy especiales.
Si queremos llegar a ese segmento debemos comprender su lenguaje y, lo que es mƔs complicado, su forma de pensar, sus estructuras mentales