Demasiadas personas todavía confunden un liderazgo fuerte con una buena gestión y viceversa. Por ello, he pensado que seria interesante proporcionar algunas pautas y ejemplos simples para diferenciar entre los dos y determinar si un individuo es una o ambas cosas a la vez.
La Wikipedia cita 12 distinciones claras entre buenos gerentes y líderes fuertes, pero me gustaría concentrarme en cuatro de ellas y ponerlos en algún tipo de contexto.
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- Los líderes se enfocan en las personas, mientras que los gerentes se enfocan en los sistemas.
- Los líderes hacen lo correcto, mientras que los gerentes hacen las cosas bien.
- Los líderes inspiran confianza, mientras que los gerentes confían en los controles.
- Los líderes inician las cosas, mientras que los gerentes replican.
Los líderes y los gerentes no necesariamente provienen del mismo origen y, sin embargo, en los negocios y el comercio a menudo se da por sentado que los buenos líderes y los buenos gerentes son lo mismo.
Pero, ¿desarrolló y ejecutó Alejandro Magno campañas militares que los estrategas militares de hoy todavía consideran lectura obligatoria, concentrándose en sistemas, imitando a otros y haciendo las cosas bien?
En 1945, Clement Atlee derrotó ampliamente a Winston Churchill en las elecciones generales del Reino Unido porque el país quería un gerente, no un líder inspirador.
Si estos hombres son considerados entre los grandes líderes de la historia, entonces, ¿qué los hace serlo y también calificarlos como buenos gerentes? Sospecho que la respuesta probablemente sea no, porque la inspiración, la originalidad, la organización y la planificación son extraños compañeros de cama.
Por ejemplo, el legado de Alejandro no fue la longevidad de su imperio, sino las influencias culturales que quedaron como resultado de sus conquistas. ¿Había planeado esto?
Si Winston Churchill, un líder inspirador pero desorganizado, no hubiera reemplazado a Neville Chamberlain, un gerente capaz y un hábil organizador, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, ¿habría sido derrotada Gran Bretaña por Alemania?
¿Y fue este pensamiento inspirado y original, ejecutado con organización y planificación, o fue solo un caso de hacer lo correcto en el momento correcto?
La respuesta, sospecho, es que es un poco de ambos. Ser un buen líder no es algo que se saque de un libro de texto o de un manual de capacitación.
Convertirse en un buen líder, en cualquier circunstancia, está arraigado dentro de nosotros, si elegimos buscarlo y liberarlo. Es solo que, la mayoría de las veces, nuestras empresas y superiores preferirían que actuáramos más como gerentes capaces que como líderes inspiradores, porque los líderes tienden a desafiar el status quo.
Los gerentes, después de todo, están ahí para administrar, y siempre es más fácil reconocer, evaluar y evaluar a quienes administran versus a quienes lideran. Diria incluso que, los gerentes se preocupan por las tareas, mientras que los líderes se preocupan por las personas.
Y, sin embargo, la historia demostrará una vez más que en tiempos turbulentos y períodos de incertidumbre, la gente de todas partes buscará su propia inspiración en aquellos que lideran, en lugar de aquellos que simplemente gestionan.