Al ser humano le gustan las modas, no podemos evitarlo. Todo lo que sea tendencia nos fascina, aunque no lo comprendamos. La última moda en el mundo turístico son las Redes Sociales y ahí vamos todos apuntándonos al carro, no vaya a ser que parta sin nosotros.
No importa que seamos una cadena hotelera, un hotel familiar o una agencia de viajes, nos interesa todo: las redes sociales, las comunidades, cualquier instrumento que suene 2.0 y nos permita estar in.
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¿Pero realmente necesitamos todo esto? ¿realmente son efectivas estas herramientas? Si, no, según y depende. Lo que no debemos olvidar nunca es que no todos los hoteles (extiéndase estas afirmaciones a cualquier negocio turístico) son iguales, cada uno tiene su propia naturaleza y sus propias necesidades, y ahí viene la primera pregunta: ¿conocemos nuestro negocio? Porque el primer paso que hemos de dar es saber cuál es nuestro público objetivo, nuestro target. No es lo mismo si nuestros clientes están compuestos por personas de la 3ª edad o gente joven, por ejemplo. No todas las herramientas 2.0 sirven para todos los públicos.
En segundo lugar es fundamental conocer cuáles son mis necesidades. ¿Necesito promoción? ¿mejorar mi ratio de compra? ¿conocer mejor los gustos del cliente? ¿abrir nuevos canales de conversación? Cada herramienta tiene sus fortalezas y debilidades, y es necesario conocerlas y saber cómo aplicarlas a mi organización.
Debemos también preguntarnos si necesito no ya una, sino ninguna herramienta 2.0. Si conocemos ya nuestras necesidades ¿cual es la mejor manera de satisfacerlas? ¿busco una herramienta tecnológica o me es más útil una gestión más en persona con el cliente? Del mismo modo debemos saber que el travel 2.0 no es sólo la asunción de una nueva tecnología, sino la asunción de una nueva concepción del turismo, de un nuevo enfoque de las relaciones con el cliente. ¿Podemos asegurar un cambio de mentalidad antes de implantar una nueva herramienta?
Ni que decir tiene que el enfoque que queremos dar a las herramientas también es importante, ¿enfocadas sólo al cliente externo o también al interno? ¿buscamos sólo una relación comercial o aceptamos una mayor implicación personal y cercana?
Consideramos que no todo es válido por apellidarse Social, creemos que cada empresa tiene sus propias necesidades y así se lo hacemos saber, incluso cuando no necesita ningún tipo de herramientas sociales.
Es un error tratar de seguir una moda que nos puede perjudicar. Lo normal es saber si esa moda va con nosotros o no. Muchos asesores dirán siempre que sí, que todo barniz social es bueno para cualquier empresa pero eso es una verdad a medias. Es cierto que el futuro del turismo va en esa dirección, pero actualmente hay empresas que no están preparadas para asumirlo: por falta de mentalidad, por su particular estructura, por su traget o por sus necesidades.
El asesoramiento no ha de estar sólo enfocado a la venta, sino siempre a la mejora de la empresa asesorada.