La Fidelidad del Cliente ha sido tratada varias veces en estas paginas. El marco histĆ³rico actual, caracterizado por el cambio permanente, obliga a hacer replanteamientos constantes en la esencia de nuestro negocio, no ya en la forma, sino en la propia definiciĆ³n de los conceptos que hasta ahora nos han acompaƱado y a veces damos por sentado.
De igual manera que hace un tiempo diferenciaba en el blog en una serie de dos artĆculos entre huĆ©spedes y clientes, me gustarĆa poder llegar a una definiciĆ³n de lo que en la actualidad es un cliente fiel, o cuanto menos que es la fidelidad de clientes.
SuscrĆbete ahora y Recibe Gratis estas Publicaciones en tu bandeja de entrada. TĆŗ decides la frecuencia con la que quieres recibirlos.
La Fidelidad del Cliente debe definirse desde sus dos vertientes.
- La primera, y la que tradicionalmente nos ha sido transmitida, en base a los hƔbitos propios del cliente, su comportamiento. Es decir en base a su consumo y frecuencia.
- La segunda, desde el lado emocional, y los vĆnculos generados entre nuestro hotel y dicho cliente.
En la gran mayorĆa de los casos, la Ćŗnica fĆ³rmula de relativo Ć©xito para fidelizar a los clientes fieles por su comportamiento, han sido los Programas de Fidelidad, o Programas de Puntos. Los Programas de Fidelidad de Cadenas Hoteleras, han demostrado ser, en la gran mayorĆa de los casos, un fracaso en su esencia, en cuanto han primado la fidelidad del cliente Ćŗnicamente desde el segundo de los aspectos descritos. Es decir, el comportamiento del cliente. Son los programas de puntos que, claramente han fidelizado al cliente al punto, mĆ”s que a la propia marca. Queda claro que la tĆ³nica habitual en cualquier viajero frecuente es la de afiliarse a todos y cada uno de los programas de fidelidad existentes, y usar el programa de puntos en base al hotel elegido para una estancia determinada.
Este hecho genera que la Fidelidad creada con el cliente es cĆclica y relativa, alcanzando el grado de fidelidad su punto mas Ć”lgido en el momento en el que el cliente estĆ” cercano a conseguir los puntos suficientes para alcanzar su regalo deseado. Es justamente en ese momento cuando la fidelidad pasa a un estado crĆtico y de alto riesgo. El cliente una vez ha canjeado sus puntos estĆ” a un grado mĆ”ximo de sensibilidad hacia otra marca, o programa de fidelidad, de cara a conseguir nuevos incentivos.
La clave del escaso grado de fidelidad de tales programas reside en el poco vĆnculo emocional entre la marca y el cliente. A pesar de todo, es posible generar vĆnculos emocionales entre los clientes de un programa de fidelidad, como han demostrado saber hacer grandes cadenas como Starwood y Hilton.
Desde el punto de vista emocional, podrĆamos decir que el cliente fiel tiene tal grado de convencimiento de que nuestro producto satiface sus expectativas, que automĆ”ticamente descarta a nuestra competencia de su esquema mental a la hora de decidirse por un hotel. Es lo que podrĆamos llamar el Cliente Emocionalmente Fiel.
Este cliente, emocionalmente fidelizado, no es sensible a pequeƱas variaciones en precio, y participa activamente de la conversaciĆ³n, lo cual le convierte en excelente prescriptor de nuestro producto, ademĆ”s de permitirnos mejorar nuestro producto y nivel de servicio.
Si es verdad que del anĆ”lisis de la informaciĆ³n recopilada en los programas de frecuencia, se pueden extraer conclusiones para realizar mejoras en el grado de servicio y mejorar la experiencia del cliente. Los momentos de interacciĆ³n con el cliente (recepciĆ³n, restaurante, reservas, etcā¦) se han convertido en momentos clave para transmitir la empatĆa y valor emocional que queremos hacerle llegar. En realidad, es la Ćŗnica oportunidad que tenemos para poder establecer dicha conversaciĆ³n, mientras el cliente se encuentra en nuestro hotel.
No obstante, la creatividad nos debe llevar a desarrollar momentos y lugares donde podamos extender dicha conversaciĆ³n, que en definitiva nos permitirĆ” fidelizar mejor y mas eficazmente a nuestros clientes.