¿Tiene una clara y fácilmente comunicable cultura de empresa?
¿Transmite a sus empleados su cultura de empresa?
Hazte Suscriptor y recibe estas Publicaciones por email con la periodicidad que prefieras.
¿Concibe a sus empleados como su mayor activo o sólo como un apunte contable en el apartado Gastos?
¿Transmite a sus empleados información que les haga sentirse involucrados con su empresa?
¿Tiene a la formación como parte importante de su gestión?
¿Facilita a sus empleados la asistencia a cursos y programas de mejora?
¿Llama a los empleados por su nombre?
¿Se preocupa por sus problemas?
¿Entiende que sus empleados no son sus empleados, sino personas que trabajan con usted?
¿Tiene espíritu de equipo?
¿Se siente parte de un equipo o se cree el rey de la colina?
¿Da siempre la razón al cliente o entiende que en ocasiones también el trabajador tiene razón?
¿Corrige publicamente a sus empleados o espera a hacerlo en privado?
¿Ha facilitado vías para que el trabajador se comunique con usted?
¿Permite en su empresa que la información fluya en todas direcciones?
¿Trabaja con la puerta de su despacho abierta?
¿Felicita a sus trabajadores por su trabajo en sus visitas diarias por el hotel?
¿Hace visitas diarias por el hotel para testar el ambiente entre sus trabajadores?
¿Considera algunos departamentos más importantes que otros y lo manifiesta?
¿Considera a algunos trabajadores más importantes que otros y lo manifiesta?
¿Facilita la rotación puntual de trabajadores para que todos conozcan la importancia de otros puestos?
¿Utiliza el salario emocional para motivar a sus trabajadores?
¿Busca la creación de equipos sólidos y permanentes o la alta rotación es su forma de gestión?
¿Define claramente los puestos de trabajo y los perfiles del trabajador que ha de cubrirlos?
¿Realiza un proceso de selección serio y estructurado?
Hágase estas preguntas (hay muchas más) y si el resultado no le convence piense en cambiar de estrategia.