En cualquier actividad, y los hoteles no son ninguna excepción, para lograr el liderazgo es fundamental el saber cómo hacer las cosas, el dominio de la teoría y la técnica a aplicar para logarlos objetivos deseados. A veces nuestros objetivos como empresa no pasan por el hecho de subirse al carro de modas que tal vez sean pasajeras. Lo fundamental es, en tales casos, el conocimiento de la moda y de lo que dicha moda puede implicar para lograr nuestros resultados.
Un colega me dijo un dia:
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¿busco una herramienta tecnológica o me es más útil una gestión más en persona con el cliente? Del mismo modo debemos saber que el Internet no es sólo la asunción de un nuevo entorno, sino la asunción de una nueva concepción del turismo, de un nuevo enfoque de las relaciones con el cliente. ¿Podemos asegurar un cambio de mentalidad antes de implantar una nueva herramienta?
Y es que Internet no es una puerta mágica que los proveedores turísticos deban cruzar para lograr la supervivencia de su negocio.
Volviendo a lo que comentaba mi colega:
Debemos también preguntarnos si necesito no ya una, sino ninguna herramienta. Si conocemos ya nuestras necesidades ¿cual es la mejor manera de satisfacerlas? ¿busco una herramienta tecnológica o me es más útil una gestión más en persona con el cliente?
Y es que ese es precisamente el error, el justificar un fenómeno mediante la implantación de herramientas tecnológicas, dejando al margen la filosofía y el saber hacer.
Recurrir al aspecto tecnológico de una moda aparte de un error, no es mas que un síntoma de una visión parcial del fenómeno, en gran parte por la carencia de ese saber hacer, y de la experiencia necesaria para aportar soluciones útiles y personalizadas.
¿Herramientas? Muy probablemente, pero sólo cuando están debidamente justificadas y en manos expertas